Las clases, de carácter primordialmente práctico, incluyen educación en técnicas básicas de reanimación cardiopulmonar que permitirán que los agentes de la provincia puedan salvar vidas en situaciones de emergencia. Esto es de gran utilidad teniendo en cuenta que, normalmente, los guardias civiles son los primeros en acudir a los puntos de accidente o siniestro y están presente en la mayoría de los actos públicos que se celebran en la Comunidad.

El Instituto de Ciencias de la Salud de Castilla y León (IECSCYL) y la Guardia Civil colaboran para formar a los miembros de la Comandancia de León en el uso de Desfibriladores Externos Semiautomáticos (DESA). Además el curso se completa con la visualización de vídeos, la transmisión teórica de conocimientos técnicos y la realización de ejercicios prácticos que garanticen que los agentes participantes aprenden tanto a  realizar una reanimación cardiopulmonar efectiva, como a llevar a cabo un protocolo de Soporte Vital Básico (SVB) en una situación de urgencia sanitaria. 

 

Los cursos comenzaron en el mes de septiembre y se celebrarán, en una serie de jornadas de dos días de duración cada una, hasta finales de octubre. La formación llegará a un centenar de guardias civiles de diferentes unidades y especialidades.

 

Las lecciones serán impartidas por el Oficial Jefe del Servicio de Asistencia Sanitaria de la Guardia Civil de León y se desarrollarán con el material facilitado por la Escuela de Urgencia y Emergencias de Castilla y León, perteneciente al IECSCYL. El Instituto se encarga, asimismo, de que el curso esté acreditado por la Junta de Castilla y León, para que los agentes puedan contar con un documento oficial que certifique los conocimientos adquiridos.

 

La formación se celebra en las instalaciones de la Guardia Civil en León y viene avalada por el éxito obtenido en ediciones anteriores de la misma. Estas han sido realizadas en diversas zonas de España como Palencia, Soria, Murcia o La Rioja, entre otras.

 

La importancia de la RCP

Los desfibriladores externos semiautomáticos son instrumentos que cada día salvan más vidas y que, por lo tanto, cada vez están más presentes en lugares públicos. De ahí que sea prioritario que  los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado los sepan utilizar correctamente. Su uso inmediato en un caso de parada cardiorrespiratoria puede salvar la vida del paciente. Y este problema de salud es cada vez más frecuente.

 

En España, fuera de los centros sanitarios, se producen cada año más de 25.000 casos, lo que equivale a una muerte súbita cardíaca cada 20 minutos. En Europa, fallecen anualmente 400.000 personas por paro del corazón. Y las acciones sanitarias de Soporte Vital Básico (SVB) y Avanzado (SVA) evitan muchos de estos fallecimientos.

 

De hecho, está demostrado que la supervivencia en estos casos depende, en gran medida, de que la situación sea presenciada por alguien que esté entrenado en técnicas de SVB. Algunas de las cuales son, por ejemplo, alertar al servicio de emergencias médicas, iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar básica y realizar una desfibrilación precoz.

 

El IECSCYL es una institución miembro del Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar (CERCP) y, en consecuencia, cuenta con acreditación suficiente para  impartir este tipo de cursos. Todas las enseñanzas incluidas en ellos están estrictamente reguladas por la Junta de Castilla y León, que es quien supervisa la formación y autoriza a los alumnos que la superan para usar el desfibrilador.

 

El proyecto con la Guardia Civil se engloba dentro de la actividad docente puesta en marcha por el Instituto de Ciencias de la Salud de Castilla y León, en enero de 2007, con la creación de la Escuela de Urgencias de Castilla y León. Esta entidad desarrolla unos 400 cursos de este tipo cada año; destinados fundamentalmente a profesionales de la salud y primeros intervinientes no sanitarios en situaciones de emergencias (cuerpos y fuerzas de seguridad, bomberos, técnicos de emergencias sanitarias, socorristas, montañeros…).